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martes, 26 de abril de 2011

Por las elecciones, apuran el sistema de boleto electrónico

Ya funciona en el 30% de los colectivos. El SUBE fue lanzado en la campaña de 2007 con la promesa de que estaría operativo en 90 días. Pero recién este año se aceleró la instrumentación. Además ya hay centros para adquirir y recargar tarjetas. El Gobierno pisó fuerte el acelerador para terminar de instrumentar el boleto electrónico, un proyecto tantas veces anunciado como demorado. De hecho fue lanzado hace dos años en pleno año electoral con la promesa de que estaría funcionando en 90 días. Y ahora, de cara a las elecciones, funcionarios del área de transporte imaginan para el mes que viene una inauguración simbólica con la presencia de la presidenta Kirchner. Hasta ayer, el SUBE (Sistema Unico de Boleto Electrónico) ya estaba operativo en más de 6.300 colectivos y el cronograma oficial contempla sumar al resto de las 18.000 unidades que circulan en el área metropolitana antes de fin de mayo, tal como anticipó Clarín en enero pasado. También fueron habilitados 240 puntos de entrega de tarjetas y alrededor de 900 lugares para recargarlas , dice un informe elaborado por Nación Servicios, la oficina del Banco Nación encargada de montar y administrar un sistema que unificará toda la operatoria –entre 12 y 14 millones de tickets diarios– de todos los trenes, subtes y colectivos de Capital y GBA. Lanzado por decreto hace más de dos años por Cristina Kirchner, el SUBE atravesó dificultades de índole técnicas y políticas. En algunos casos, admiten hoy fuentes vinculadas al proyecto, se subestimó la magnitud de la tarea de armar una red telemática que abarcará, una vez finalizada, las 7 líneas de trenes, 6 líneas de subte y el premetro y 342 líneas de colectivos. En otros casos, las mismas fuentes remarcan que muchos transportistas resistieron su implementación, lo que alargó los tiempos. “Los principales problemas ya fueron resueltos y a fines de mes tendremos 10.000 colectivos conectados”, afirmó el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi. Los recientes avances del SUBE tienen que ver con una extensa reunión convocada de apuro por Schiavi el 21 de enero pasado. Ese día, Clarín informaba que el boleto electrónico funcionaba en apenas 2.000 colectivos (el 12% del parque total) y que el Gobierno y los transportistas se culpaban mutuamente por los atrasos. Incluso, el ministro de Planificación, Julio De Vido, terció en el asunto con una dura advertencia a los empresarios: “El sistema puede gustarles o no, pero es lo que eligió al Gobierno”. En la reunión en cuestión, llevada a cabo en Transporte y calificada como “muy tensa” por algunos participantes, se acordó el calendario definitivo para conectar la totalidad de los medios de transporte alcanzados por el SUBE al centro de cómputos. Hasta ese día, sólo 28 líneas de colectivo estaban habilitados. Hoy, hay 100 líneas operando. “Estamos sumando entre 300 y 500 colectivos cada semana ”, dijo con optimismo Schiavi. “Los transportistas están colaborando y estamos avanzando fuerte”, añadió Carlos Abril, un alto ejecutivo de Siemens, una de las tres empresas que, junto con Indra y Metronec, se adjudicaron el negocio de la venta e instalación de 10.000 lectoras de tarjetas. Todo es parte de la primera tanda de trabajos. Para las 8.000 validadoras restantes se llamó a una nueva licitación, que se repartieron Siemens, Tallion y la UTE entre Laser y DCM. El plan oficial, entonces, avanza en dos sentidos: Siemens, Indra y Metronec trabajan en las líneas de Capital y el primer cordón del conurbano. Las otras tres empresas lo hacen en el resto de las áreas. El SUBE, así, se extenderá a más de 70 kilómetros de la Capital, lo que lo posiciona como el tercer sistema de boleto electrónico más grande del mundo, detrás de Hong Kong y San Pablo. Pero del otro lado están los usuarios. Del total de tarjetas entregadas, hasta el 11 de abril estaban en uso 1.413.488. Y desde el 11 de febrero hasta esa fecha se abonaron poco más de 16 millones de viajes. La cifra, ahora, crece a medida que pasa el tiempo. Acerca de las validadoras, las empresas trabajan en dos etapas: primero se instalan en colectivos y estaciones de trenes (la red Monedero del subte y los trenes Urquiza y Belgrano Cargas pasaron a integrar el SUBE). Y luego se conectan. Sobre este punto, Daniel Castillo, de la empresa Tallion, dice que ya colocaron “unas 900 máquinas” de las 3.000 (principalmente en trenes), pero que hasta ahora no habilitaron ninguna. “Estamos dentro del plazo”, tranquilizó el ejecutivo y agregó que, además de cablear y montar las validadoras, las empresas deben capacitar a los choferes.



Fuente : Clarin

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