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martes, 22 de febrero de 2011

Un sindicalista que sobrevivió a todos los gobiernos de la democracia

De origen humilde y de izquierda, el líder de la Unión Ferroviaria, detenido en la causa por el crimen de Mariano Ferreyra, supo mutar a lo largo de los años, y fue un fiel aliado de Menem, Duhalde y Kirchner. La historia de José Pedraza, el titular de la Unión Ferroviaria que fue detenido este martes en la causa por la muerte del militante del PO Mariano Ferreyra, se asemeja mucho a la de los actuales líderes sindicales, más cercanos a las patronales que a los propios trabajadores. Hijo de un obrero ferroviario, Pedraza nació en Dean Funes, Córdoba, en 1944. De origen humilde, en la década del ´60 ingresó a trabajar en la estación Saldías del Ferrocarril Belgrano, al mismo tiempo que estudiaba Derecho y militaba en el Movimiento Nacional de Derecho. Enseguida comenzó a participar de la actividad sindical, formando parte de la combativa CGT de los Argentinos. Era un furioso militante de izquierda, lector de Marx y soñador con la revolución proletaria. En 1966 se quedó sin trabajo debido a su activismo sindical, pero en 1971 ingresó al Ferrocarril Mitre como changarín. Volvió a participar en la lucha sindical hasta el arribo de la dictadura militar en 1976. Luego del régimen militar, proceso durante el cual mantuvo un marcado perfil bajo, volvió al sindicalismo con la vuelta de la democracia, en 1983, cuando fue elegido por sus compañeros como secretario general de la Unión Ferroviaria, cargo que no abandonó jamás. Sus seguidores y sus detractores resaltan una característica de Pedraza, que le permitió sobrevivir a los distintos gobiernos: su cintura política. Durante el período radical, fue un fiel aliado del gremialista Saúl Ubaldini. Si bien estaba al lado de Antonio Cafiero, cuando Carlos Menem ganó las internas, no dudó en pasarse al bando del riojano. Lejos quedó su ideología marxista de antaño, y fue un ferviente defensor de la etapa neoliberal privatizadora de los ´90. Pese a que no ocultaba su añoranza de la época en la que los trenes estaban en manos del Estado, fue crucial en el proceso privatizador del menemismo, y contribuyó para la reducción de personal. Su alianza con Menem fue notoria. En 1993 el ahora senador le entregó a su gremio la concesión del Belgrano Cargas. La Unión Ferroviaria obtuvo el 99% de las acciones de esa línea. Las sospechas de corrupción crecieron, pero nunca la Justicia fue a fondo con las investigaciones. Con la llegada del kirchnerismo, Pedraza no tuvo demasiado empacho en experimentar una nueva mutación, y a partir de 2003 fue uno de los sindicalistas aliados del nuevo gobierno. Durante 2006 participó de las reuniones en la Rosada para la reprivatización del Belgrano Cargas. Allí compartió mesa, entre otros, con el ex presidente Kirchner, Franco Macri, Aldo Roggio y Gabriel Benjamín Romero. La relación con el camionero Hugo Moyano es muy buena. Ahora, y luego de años de "buena vida", Pedraza está "contra las cuerdas". El crimen de Mariano Ferreyra dejó al descubierto los manejos internos de un gremio históricamente poderoso. Habrá que ver cómo sigue la historia. Aunque, para Pedraza, seguramente ya nada será igual.



Fuente: Infobae

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