Ariel se despidió de su madre con un beso, mientras ella se sentaba en el asiento del primer vagón del tren que la iba a llevar hasta Brandsen. Fue el 3 de enero a las 17.40. Una vez en Brandsen ella se iba a tomar un remís hasta Guernica, donde vivía. Algunas horas más tarde, recibió un llamado: su madre apareció muerta con un agujero en la cabeza en la estación de Guernica.
¿Cómo
murió? ¿Por qué su cuerpo apareció en la estación de Guernica si el
tren no paraba allí? ¿La mataron? ¿Quién? Todas estas preguntas y muchas
más quieren responderse los familiares Esther del Carmen Ochoa y es lo que le están reclamando a la Justicia. Es que, llamativamente, en pocas horas la fiscalía de La Plata, a cargo de Leandro Heredia, archivó la causa que pasó de "averiguación de causales de muerte" a "muerte por absorción de ferrocarril", aunque no hay elementos para resolver eso, según denuncian los familiares.
La familia de Esther se presentó ante el juez plantense César Melazo
como particular damnificado y le reclamó al magistrado que se
investiguen una serie de elementos para intentar entender qué fue lo que
ocurrió.
"Mi mamá no murió. A mi mamá la mataron. Ahora queremos saber por qué", le cuenta Ariel a 0223. Este caso está lleno de incógnitas y, hasta el momento, la Justicia no demostró interés en develar ninguna de ellas.
La familia y su abogado aseguran
que es imposible que la mujer haya muerto en las vías del ferrocarril
como les dicen. Y hay varios motivos. En primer lugar hay apenas 15 centímetros entre el tren y el andén por
lo que no puede haber caído a las vías. Y aunque fuese físicamente
posible, si el tren la hubiese arrollado el cuerpo de la mujer estaría
destrozado y el cadáver que vio la familia está entero. Sólo tiene un agujero en la cabeza lo que les hace presumir que la muerte ocurrió de otra manera.
Ariel confirmó a este medio que a la mujer no la robaron,
pues todas sus pertenencias estaban con ella (teléfono celular,
equipaje, bolso de mano). Es por eso que están desorientados. No
obstante, tienen una certeza: Esther no murió cómo dijo la policía y el fiscal.
El abogado de la familia reclamó a la Justicia que pida las grabaciones de las cámaras de la estación de Guernica,
testimonios de los policías y los guardas del tren, entre muchos otros
elementos para tratar de arrojar algo de luz en este extraño caso.
Además, están reclamando que los responsables del ferrocarril expliquen cómo llegó el cuerpo de la mujer a la estación de Guernica si
ese servicio no se detenía allí. Según explicaron los familiares, hay
testigos que afirman que el tren estuvo detenido en esa estación, al
menos, sminutos. En ese tiempo, presumen, podrían haber arrojado el
cuerpo, pero hasta el momento sólo son conjeturas.
Fuente : 0223.com.ar
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miércoles, 27 de febrero de 2013
sábado, 23 de febrero de 2013
Corrupcion en Ferrobaires...
En
momentos en que todo el sistema ferroviario está en discusión, con la
inminencia de la tragedia de Once, que desnudó la compleja trama de
corrupción y desidia del Estado nacional ante el déficit de
infraestructura del transporte público, los cuestionamientos se posaron
ahora sobre Ferrobaires, la empresa del gobierno provincial. El Frente
Amplio Progresista (FAP) difundió un extenso informe de la Comisión
Nacional “Salvemos al Tren”, que echa luz sobre los hechos de corrupción
que signaron a la empresa desde sus inicios, y que la administración de
Daniel Scioli no parece dispuesta a revertir. Una larga historia de
irregularidades, explotación laboral, “ñoquis” y corrupción. La Comisión
denuncia que la mayor parte de los gremios de la actividad fue
“cómplice” de esta situación, que viene desde la privatización de los
’90, cuando se pretendía “mostrar las ventajas de la privatización
frente a la empresa estatal”. La Unidad Ejecutora del Programa
Ferroviario Provincial (UEPFP) era la empresa que menores sueldos pagaba
entre todas las empresas ferroviarias. Además, “durante los primeros
años de su gestión mantuvo a su personal en una situación de
indefinición jurídica en la que no eran ni contratados ni empleados, y
ni siquiera se pagaban las cargas sociales”. Esta situación derivó luego
en un periodo donde la mayor parte del personal mantenía un vínculo con
la empresa a través de “contratos basura” que se renovaban o no según
criterios “puramente arbitrarios y políticos”. Siempre de acuerdo al
informe, Ferrocarriles Argentinos transfirió en el año 92 solamente 715
agentes. Si bien es cierto que Ferrobaires sumó para sí actividades que
antes eran comunes a Ferrocarriles Argentinos y que la cantidad de
agentes que incorporó de la antigua empresa estatal eran insuficientes
para la función que se había auto impuesto la Provincia, la evolución de
servicios no se condice con el número de agentes que incorporó.
Historia.
Ferrobaires comenzó a funcionar el 15 de enero de 1993 y, desde esa
fecha, ha tenido una lenta y pertinaz “descapitalización”. Para tener
una idea de la magnitud de este fenómeno, sostiene la comisión,
Ferrobaires recibió casi 1000 vehículos en el acto de su fundación y que
luego recibió por lo menos 40 vehículos más entre coches motores
españoles, coches literas, locomotoras etc., y hoy el parque activo de
la empresa difícilmente pase de 50 unidades. De las 84 locomotoras
recibidas hoy solo se dispone de 18, lo cual otorga una idea cabal del
tamaño de la destrucción. La cifra de 1299 trabajadores se mantuvo
durante cinco años hasta que en el año 2007 (año electoral) el gobierno
de Felipe Solá incorpora a la empresa 600 nuevos trabajadores (301
directamente a la planta permanente y 299 a la planta temporaria de la
empresa), elevando el plantel de 1.299 a 1.899. “Esta mecánica de
engordar las plantillas de personal en años electorales se repite en el
año 2013 ya que el gobierno de Daniel Scioli incorpora a la planta
permanente a 800 nuevos empleados, elevando la planta permanente de
1.600 a 2.400 trabajadores, a lo que se suman otros 299 de la planta
temporaria, aumentando el plantel de trabajadores de Ferrobaires de
1.899 a 2.699”, dice el documento de “Salvemos al Tren”. O sea, la
empresa fue utilizada como una plataforma con fines políticos. Y agrega:
“Otra curiosidad en el manejo de personal de Ferrobaires es que en un
contexto en donde existe gran déficit en el mantenimiento de las vías,
las cuadrillas cedan personal de vía y obra a sectores no involucrados
directamente en el trabajo de conservación y reparación, como son los
sectores administrativo y comercial. El personal que escasea para
reparar y mantener las vías, sobra en las oficinas comerciales de
Ferrobaires en Constitución”. En noviembre del año 2011, una
investigación periodística del programa “Telenoche Investiga” llamada
“Ferrochorros” denuncio que en la empresa existían decenas de
“trabajadores fantasma” o “ñoquis”, personas adscriptas a la nomina de
personal de Ferrobaires pero que no realizaban ninguna tarea concreta en
la empresa ni asistían a la misma. Esta modalidad delictiva en
perjuicio de la administración pública provincial era implementada y
dirigida por personal del sindicato Unión Ferroviaria, hoy con sus
autoridades enjuiciadas por el asesinato de Mariano Ferreyra. En esa
oportunidad se denunció específicamente a Humberto Martínez, secretario
general adjunto Seccional Buenos Aires Sur. Otra modalidad detectada era
la de personal contratado que cobraba en mano sueldos inferiores a los
reales, siendo la diferencia entre uno y otro una exacción por parte del
mencionado Martínez. Otra modalidad era contratar en negro personal que
años después se enteraba que había tenido a su nombre un trabajo en
Ferrobaires con altísimos sueldos. Uno de los trabajadores damnificados
por esta estafa, Carlos Balduzzi, señaló a Clarín que Martínez posee más
de 100 tarjetas de débito de supuestos empleados de Ferrobaires a los
que les viene cobrando los sueldos hace varios años. Solo en el caso de
Balduzzi, entre 2005 - 2009 Martínez habría cobrado en su nombre $
186.675. El caso está actualmente en la Justicia. Ante estos hechos,
sostiene la comisión, corresponde preguntarse: “¿Cuántos de los actuales
empleados que integran la nomina laboral de Ferrobaires efectivamente
trabajan? ¿Cuántos “empleados fantasma” continúan integrando las
nominas? ¿Será esta una de las causas por las cuales a Ferrobaires “no
hay presupuesto que le sirva o le alcance” y todo el dinero parezca caer
en un pozo sin fondo, en vista a la pésima calidad del servicio? Y más
aún, ¿actuará el gobernador Scioli o hará la vista gorda en este año
electoral?
Fuente : Agencia NOVA
Una política ferroviaria sin incentivo para la eficiencia
El
accidente de Once desnudó un sistema ferroviario metropolitano
distorsionado por la prolongación más allá de lo razonable de las
soluciones de emergencia del 2001. En opinión de los especialistas
consultados por Infobae, las concesiones de los años 90, aunque
perfectibles, habían arrojado mejores resultados, especialmente en
materia operativa. El esquema de congelamiento tarifario y elevados
subsidios adoptado como respuesta a la crisis del 2001 sólo pudo ser
mantenido en los años de bonanza de la gestión kirchnerista.
Paradójicamente, el accidente de la estación de Once postergó aún más el
necesario sinceramiento de las variables de un mecanismo de gestión que
ya ha dejado de ser viable. “Una política de subsidios que financió
indirectamente otros consumos a costa de la desfinanciación del sector”,
en opinión del ingeniero Roberto Agosta, decano de la Facultad de
Ingeniería de la UCA. Y, en palabras de Santiago Urbiztondo, Economista
Jefe de FIEL, “el peor de los escenarios, porque se encarece fuertemente
el servicio pero a la vez colapsan las inversiones”. Claro que, tanto
las privatizaciones de los 90, como el esquema adoptado desde 2002, se
inscriben en un contexto de décadas de desinversión que nos han llevado,
como dice el ingeniero Agosta, a vivir de lo que hicieron nuestros
bisabuelos. A continuación, el análisis completo de ambos entrevistados:
SANTIAGO URBIZTONDO
Economista jefe de FIEL
La gestión
pública estaba en franco deterioro hasta que se inició el proceso de
privatizaciones en la década del 90 que, aunque a mi gusto imperfecto,
trajo algunas mejoras en el servicio, el restablecimiento de ciertas
reglas de racionalidad económica en términos de tarifas y previsibilidad
de la evolución de tarifas y subsidios que llevaron a una recomposición
de los indicadores de gestión. La crisis de 2001 supuso un cambio de
contexto abrupto en la política regulatoria del sector, con el
congelamiento tarifario: las tarifas aumentaron acumulativamente 50%
cuando la inflación, según el INDEC, es a nivel mayorista del 500%
acumulado. Es decir, hay un deterioro real muy fuerte de tarifas
acompañado de un incremento también muy fuerte de subsidios que llevó el
porcentaje de costo del servicio cubierto por subsidios del 10% en los
años 90 al 80% y hasta 90% en los últimos años, del 2009 a hoy. Esto
hace que cobrar los boletos sea poco atractivo y explica la caída de más
del 30% de pasajeros pagos del 2008 hasta acá. Los subsidios se
otorgaron además en función de la declaración de mayores costos, con lo
cual se induce justamente a mayores costos, y en la medida en que éstos
no se reflejan en aumentos de tarifas y habiendo recursos fiscales como
los hubo hasta hace muy poco tiempo, el freno o el control social sobre
los mayores costos es ínfimo, lo que lleva a que, aunque hayan caído las
tarifas fuertemente en términos reales, la suma de lo que paga el
usuario directamente –tarifa- más lo que pagamos indirectamente como
contribuyentes –subsidio- haya aumentado significativamente en términos
reales, más del doble de la inflación mayorista o el triple de la
minorista”. Por otro lado, como el subsidio no se determina por un
mecanismo previsible –no hay regla, ni buena ni mala-, aunque los
concesionarios fuesen serios y responsables, si no pueden prever sus
ingresos a futuro, tampoco tienen la capacidad ni los incentivos para
completar financiamiento para inversiones. Se da el peor de los
escenarios porque se encarece fuertemente el servicio pero a la vez
colapsan las inversiones. Un error de manual –y que no es resultado de
la privatización porque es post 2002. Esto se refleja también en los
indicadores oficiales - puntualidad, trenes atrasados o cancelados,
velocidad, cantidad de pasajeros (en algunos casos informados sólo hasta
el 2010). Entre el 96 y el 2001 hubo una leve mejora en estos
indicadores, que en cambio desmejoran desde el 2001. El diagnóstico es
claro: más allá de que la historia previa fue problemática y que el
punto de partida en el 2001 no era un lecho de rosas, el deterioro es
marcado desde entonces como consecuencia de la “nueva” política
regulatoria.
¿Cómo evitar otra tragedia?
Limitar
tragedias como la de Once requiere reordenar la política regulatoria. No
es una cuestión de cambio de funcionarios, porque son las reglas las
que están mal. Si hubo desidia detrás del accidente ésta fue inducida
por las reglas, porque si yo le permito a alguien que se saque la
responsabilidad de encima simplemente autorizando aumentos de subsidios,
esa permisividad para conceder fondos -alguna compensación seguramente
habrán recibido además- no me permite esperar otro resultado. No quiere
decir que sea incorrecto subsidiar, pero si no hay un balance entre
tarifa y subsidio, si su evolución no está determinada por algún
criterio flexible que induzca a la minimización de costos y todo depende
de la discrecionalidad del regulador, no cabe esperar otra cosa.
ROBERTO AGOSTA
Decano de la Facultad de Ingeniería de la UCA Agosta
En los
últimos 60 años, la inversión per cápita en el sistema de transporte
público del área metropolitana fue -a valores constantes- un 5% de lo
invertido en años anteriores. O sea que, en la primera mitad del siglo
XX la inversión per cápita fue 20 veces más que en la segunda mitad.
Tenemos el mismo sistema que tenían nuestros bisabuelos, estamos siendo
subsidiados por ellos que construyeron toda esta infraestructura;
entonces no podemos esperar ni más confort ni más seguridad. Esto no da
más. Gracias a nuestros bisabuelos nos compramos pizzas, plasmas,
camisas, y no gastamos en recuperar la infraestructura y dejársela a las
generaciones que vienen. En el accidente de Once concurrieron
seguramente un montón de causas pero esta realidad de la falta de
inversión en los últimos 50 años seguramente tuvo que ver. Con los
defectos que pueda haber tenido, el sistema de concesión del menemismo
generó una mejora importantísima de todos los ferrocarriles. El concepto
era tomar un operador al que se le encomendaban dos cosas: ejecutar un
plan de inversiones definido por el Estado -cuyo fin era recuperar el
mantenimiento diferido de los anteriores 40 años y llevar el sistema a
un nivel aceptable- y operar el sistema. Cuando llegamos al 2000, el
plan de inversiones sólo se había ejecutado en un 60%, pero no por falta
de incentivo ya que las obras tenían un beneficio económico, sino
porque este tipo de inversiones no es fácil, requiere ingeniería,
tiempo. Gastar la plata en estas cosas no es sencillo. Además, cuando la
Argentina entró en déficit fiscal, a partir de 1998, el Estado empezó a
demorar los pagos…En cuanto a la operación, llegamos al año 2000 con
muy buenos índices: bajaron los accidentes, aumentó la puntualidad y
algunas líneas – el Mitre, el subte- llegaron a pagar canon. El sistema
se distorsionó con la crisis del 2002, cuando se decreta la emergencia
ferroviaria, que en ese momento estaba justificada, pero el error fue
sostener y profundizar eso durante 10 años. Se destinaron miles de
millones de dólares a subsidiar otros consumos porque lo que se ahorraba
en boleto se gastaba en alimentos, ropa, a costa de desfinanciar el
sistema de transporte, porque si toda esa masa de dinero se hubiera
destinado a inversiones estaríamos en otro mundo. Ahora bien, la
política del gobierno fue otra y la gente la validó en sucesivas
elecciones.
El Gobierno
tomó conciencia. Después del accidente de Once, el Gobierno parece haber
tomado conciencia de que algo había que hacer con el tema ferroviario.
El ministro Randazzo se muestra preocupado por el tema y se han comprado
estos 700 coches eléctricos chinos, lo cual está bien porque uno de los
cuellos de botella del sistema es el material rodante muy obsoleto. Mi
impresión es que lo que se puede hacer de inmediato, el Gobierno lo está
haciendo. El abc es atacar primero los problemas de seguridad, lo que
es un problema esencialmente de gestión operativa. Luego vienen las
obras de inversión: material rodante, vías y señalamiento. En lo que
hace a las tarifas, después de las elecciones del 2011, todo indicaba
que el Gobierno estaba dispuesto a ir reduciendo los subsidios. El
accidente complicó esas intenciones porque si encima de la tragedia de
Once, se aumentaba la tarifa… Pero tarde o temprano habrá que hacerlo.
La tarifa debe ir acercándose progresivamente al costo, aunque se deje
una franja de subsidio, que se corresponda con el beneficio de la
congestión que el transporte colectivo disminuye. Lo que no es
sostenible en el tiempo es subsidiar el 80% del costo del pasaje y
tampoco es equitativo. El boleto en Buenos Aires debe ser la tercera
parte de lo que pagan en Formosa. No es fácil corregir esto y el
accidente lo complicó más. El SUBE apuntaba a corregir eso. Es un
instrumento adecuado porque permite apuntar a quienes realmente lo
necesitan.
Senador radical culpa al PJ por la destrucción del ferrocarril
En el marco
de la segunda jornada legislativa “Recuperemos el tren”, el entrerriano
Arturo Vera atribuyó las responsabilidades a las políticas aplicadas por
el Gobierno justicialista en los 90. El senador entrerriano Arturo Vera
afirmó ante la prensa que “el justicialismo en el gobierno a partir de
los 90 es el responsable de la destrucción del ferrocarril como medio de
transporte. Bajo sus gobiernos se destruyeron 30.000 km. de vías de los
38.000 km existentes a ese momento, y el resto, fundamentalmente el
tramo urbano, se concesionaron a empresas privadas que a su vez cobraron
suculentos subsidios de los que se sospecha, aproximadamente la mitad
retornaba a funcionarios que intermediaban los pagos”. Vera destacó que
“la falta continua de inversiones, razón por la cual tanto los
kilómetros de vías que aún subsisten como el estado de las formaciones
son obsoletos y causantes de daños y muertes como sucedió en el
accidente del tren Sarmiento ocurrido el 22 de febrero del año pasado”.
“Queda en claro que el plan de los gobiernos justicialistas de destruir
el ferrocarril ha constituido una gran traición para los intereses de la
Nación, pues basta decir que por sus políticas hoy aproximadamente el
94% de las cargas se realiza a través de camiones. En el resto del mundo
la relación es a la inversa, y se considera al ferrocarril como el modo
más eficiente, el menos agresivo al medio ambiente y el más económico.
Se debe destacar que el costo de ferrocarril es de 6 a 10 veces más
barato que el del transporte por camiones”, agregó el legislador. El
senador radical expresó que “queda en evidencia que el peronismo en
gestión al destruir el ferrocarril, del mismo modo que entregó
prácticamente todos nuestros recursos naturales a la explotación de
empresas extranjeras, profundizó el plan de destrucción de los trenes
para beneficiar la industria automotor que responde a intereses
extranjeros”. “Consiente el peronismo del daño que ha hecho y de no
poder culpar a nadie de lo que ellos hicieron, utiliza la estrategias de
mentir anunciando la reactivación en distintos puntos de nuestro país,
que naturalmente no les interesa hacer. Por si se dudara de estos
dichos, basta recordar el anuncio de reactivación de 5 ramales realizado
por la señora presidente días antes de las elecciones del Julio del
2009, de lo cual nada se concretó”. Para el caso de la provincia de
Entre Ríos, Vera hizo notar que “los anuncios realizados por el
Gobernador no se cumplirán y que los movimientos de trenes que pueden
existir no son parte de ninguna reactivación del sector.
Desgraciadamente todo esto está hecho para el montaje de la mentira”.
Finalmente el senador lamentó que “se haya perfeccionado tanto el arte
de mentir para hacer pensar que lo malo es buen, y todo esto con
recursos del dinero público”.
Fuente : Parlamentario
Fuente : Parlamentario
El FAP criticó al sciolismo por su gestión en Ferrobaires y presentó su propuesta
Los
legisladores del Frente Amplio Progresista, Alfredo Lazzeretti (PS),
Ricardo Vago (PS) y Pablo Farías (GEN), junto al ingeniero Norberto
Rosendo, Presidente de la Asociación Salvemos al Tren, brindaron, esta
mediodía, una conferencia de prensa donde realizaron un crítico
diagnóstico de la situación actual de Ferrobaires y presentaron una
propuesta para un correcto funcionamiento de la misma. En primer lugar,
Lazzeretti, manifestó: “Estamos muy preocupados por los medios de
transporte público en particular aquellos que unen a Mar del Plata con
otros destinos. La accesibilidad a nuestra ciudad es un tema central.
Hemos visto con mucha preocupación como las frecuencias de los vuelos
han mermado; como se realizó un mega show con una terminal de cruceros
cuyo objetivo es incrementar el turismo internacional y sin embargo lo
barcos no pueden ingresar por falta de dragado. Hemos denunciado con
pedidos de informes el estado lamentable de las vías terrestres, pero si
hay un caso emblemático del deterioro y deplorable estado, es el tren.
En los noventa había 10 servicios diarios entre Plaza Constitución y Mar
del Plata. Actualmente tenemos menos de un servicio por día, dado que
los días sábados y domingos no hay servicio. Es decir que en la década
kirchnerista estamos peor que en la década neoliberal, menemista, de los
noventa. Da vergüenza ajena el manejo de una empresa pública como
Ferrobaires y ver como se la utiliza de agencia de colocación de
punteros del oficialismo. Destruir un servicio público que afecta a más
de 10 millones de personas en nuestra provincia, no tiene nada de
progresista.” sentenció. “El mismo destino de varamiento e
inmovilización sufrieron los “flamantes” coches TALGO comprados a la
empresa española de ferrocarriles ENFE los cuales prestarían un servicio
premium entre Plaza Constitución – Mar del Plata operados por SOFSE
(Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado). En definitiva las
formaciones entraron en servicio pero presuntamente por el mal estado de
las vías, los TALGO sufrieron varios descarrilamientos y luego de
operar 16 meses el servicio fue suspendido.”, informó Lazzeretti. Por
último, el legislador socialista expresó: “El estado actual de
funcionamiento de los ferrocarriles trae grandes perjuicios a los
ciudadanos. Esta situación que hoy atraviesa Ferrobaires, tiene
responsables políticos y es el Gobierno Nacional también quien debe
hacerse cargo, ya que en el año 2007 se votó una Ley provincial para que
la Nación reasuma el control sobre los ramales gerenciados por
Ferrobaires. Ante el silencio del gobernador Scioli frente al traspaso a
Nación y tras casi veinte años de malas administraciones provinciales,
algo nos debe quedar claro a los bonaerenses: que el peronismo no sabe
gestionar.” Por su parte, Ricardo Vago, quien preside la Comisión de
Transporte de la Honorable Cámara de Diputados, informó: “Ferrobaires
comenzó a funcionar el 15 de enero de 1993 y desde esa fecha ha tenido
una lenta y pertinaz descapitalización. Para tener una idea de la
magnitud de este fenómeno diremos que a pesar de que Ferrobaires recibió
casi 1000 vehículos en el acto de su fundación y que luego recibió por
lo menos 40 vehículos más entre coches motores españoles, coches
literas, locomotoras etc. hoy el parque activo de la empresa
difícilmente pase de 50 unidades. De las 84 locomotoras recibidas hoy
solo se dispone de 18 de ellas, lo cual nos da una idea cabal del tamaño
de la destrucción.” “Si bien las demoras y la suspensión de servicios
fue continua a lo largo de la historia reciente de Ferrobaires,
actualmente en la costa atlántica, en plena temporada turística,
Ferrobaires solo ofrece un servicio diario a la semana. Téngase en
cuenta que en el año 1999 Ferrobaires tenía 10 servicios diarios desde
Plaza Constitución a la Costa Atlántica llegando a las ciudades
balnearias de Mar del Plata, Pinamar, Miramar y Necochea (Quequen). A su
vez, recibía otros diez servicios procedentes de estas ciudades con
destino a Buenos Aires. Es decir, hoy en día, en el año 2013, 14 años y
dos mil millones de pesos después, Ferrobaires solo tiene capacidad para
ofrecer el 10% de los trenes que despachaba en el año 1999.
Literalmente la empresa Ferrobaires “borró del mapa”, además, varios
servicios que prestaba uniendo localidades del interior de la
provincia.” concluyó. El Presidente de la Asociación Salvemos al Tren,
explicó el trabajo que vienen desarrollando desde la institución y
subrayó: “El presupuesto histórico de Ferrobaires ha sido del orden de
60 millones de dólares anuales. La actual política de subsidio a las
tarifas del transporte ha impuesto una pesada carga sobre la ecuación
económica de Ferrobaires que junto con la ausencia de un objetivo
estratégico llevaron a la empresa al estado en el que hoy se encuentra
donde la contratación del personal no llena un objeto practico sino más
bien un objetivo político partidario. No podemos dejar de mencionar la
corrupción estructural dentro de este marco. “Otra curiosidad en el
manejo de personal de Ferrobaires es que en un contexto en donde existe
gran déficit en el mantenimiento de las vías, las cuadrillas cedan
personal de vía y obra a sectores no involucrados directamente en el
trabajo de conservación y reparación como son los sectores
administrativo y comercial. El personal que escasea para reparar y
mantener las vías, sobra en las oficinas comerciales de Ferrobaires en
Constitución. Esta mecánica de engordar las plantillas de personal en
años electorales se repite en el año 2013 ya que el gobierno de Daniel
Scioli incorpora a la planta permanente a 800 nuevos empleados, elevando
la planta permanente de 1.600 a 2.400 trabajadores, a lo que se suman
otros 299 de la planta temporaria, aumentando el plantel de trabajadores
de Ferrobaires de 1.899 a 2.699.” finalizó Rosendo
Fuente : 24 Baires
Barletta: "La situación de los trenes continúa siendo alarmante"
El
presidente de la UCR y precandidato a diputado nacional, Mario Barletta,
realizó ayer la apertura de la segunda Jornada Legislativa "Recuperemos
el tren", en el Congreso Nacional. Criticó la falta de control del
Estado en el transporte ferroviario, como así también las políticas
aplicadas en los últimos años. El encuentro fue organizado por el Comité
Nacional de la UCR y bloques de diputados y senadores de diferentes
partidos. Al abrir la segunda Jornada Legislativa "Recuperemos el tren",
el presidente de la Unión Cívica Radical y precandidato a diputado
nacional, Mario Barletta, remarcó que la desidia y la corrupción "fueron
los dos factores determinantes" en la tragedia de Once, cuyo primer
aniversario se recuerda el próximo viernes. El encuentro Organizado por
el Comité Nacional de la UCR, los Bloques de Diputados y Senadores del
radicalismo, integrantes de los bloques de Libres del Sur, Proyecto Sur y
el Partido Socialista, se realizó ayer en el Congreso y estuvo
destinado a formular propuestas acerca del control y la ejecución de
políticas tendientes a la recuperación del transporte ferroviario de
cargas y de pasajeros como una herramienta esencial en el desarrollo e
integración del país y en la calidad de vida de sus habitantes. "La
situación de los trenes continúa siendo alarmante", afirmó Mario
Barletta. Y sentenció: "Insistimos sobre la recuperación del tren con
tres herramientas: la palabra, la demanda y la propuesta". Para el
exintendente de Santa Fe y actual precandidato a diputado nacional,
"sería distinto sin la frase de los ’90: "ramal que para, ramal que
cierra"; sería diferente si se hubiese cumplido al menos una de las
promesas de esta gestión, como el Tren de los Pueblos Libres o los
talleres de Tafí Viejo" y remarcó que "otra sería la situación si el
Estado hubiese llevado adelante una de sus responsabilidades más
importantes, la del control". Al inaugurar la Jornada, el ex intendente
de Santa Fe señaló que "es importante tener la mirada de los familiares
de las víctimas, de los usuarios y de los trabajadores; y también dar
cuenta de que es posible realizar proyectos para la recuperación del
ferrocarril, como lo hizo el radicalismo". Asimismo, Barletta adelantó
la importancia de la participación del titular de la Auditoría General
de la Nación, Leandro Despouy, y del Presidente del Bloque de Diputados
de la UCR, Ricardo Gil Lavedra "dando cuenta de la desidia y la
corrupción, en definitiva, los dos factores determinantes en esta gran
tragedia que hemos sufrido en el país". A continuación se desarrollaron
los 4 paneles previstos: la diputada nacional Victoria Donda Pérez
(Libres del Sur) coordinó el Panel "La visión de los familiares de las
víctimas de la tragedia de Once"; en segundo lugar se profundizó el tema
de "El control de los servicios concesionados. Responsabilidad penal de
los funcionarios", en el que expusieron Ricardo Gil Lavedra (presidente
del Bloque de Diputados de la UCR) y Leandro Despouy (titular de la
Auditoría General de la Nación); luego llegó el momento de los
"Proyectos y propuestas de recuperación ferroviaria" a cargo de los
diputados nacionales Ricardo Alfonsín (UCR) y Fernando "Pino" Solanas
(Libres del Sur), y el senador Gerardo Morales (Senador Nacional de la
UCR). Cerraron la Jornada Rubén Darío "El Pollo" Sobrero (dirigente
ferroviario) y Sandra González (presidente de la Asociación de Defensa
de los Consumidores y Usuarios de la Argentina, ADECUA) con el Panel "La
visión de los usuarios y los trabajadores". Tras el acto de apertura,
al ser consultado por los medios de comunicación, el presidente de la
UCR acusó al Gobierno Nacional de "cubrir las espaldas de funcionarios
corruptos mientras no elabora una sola política de Estado para
garantizar la seguridad y el bienestar de la población", dijo Mario
Barletta, y confirmó la participación de la UCR el próximo viernes 22 a
la manifestación convocada por los familiares y amigos de las víctimas
de la Tragedia de Once en la ciudad de Buenos Aires. En ese sentido,
pidió especialmente respetar el pedido de los organizadores de asistir
sin banderas o emblemas partidarios.
Fuente : LT10 Digital
Fuente : LT10 Digital
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