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viernes, 21 de mayo de 2010

Accidente milagroso en un paso a nivel de Vista Alegre

Un taxi se detuvo sobre las vías y un tren carguero que se dirigía hacia Ingeniero White lo arrastró casi 200 metros, aunque el conductor, Manuel López, de 64 años, resultó ileso. Puede afirmarse, con absoluta certeza, que sólo un milagro evitó ayer, poco después de mediodía, consecuencias personales gravísimas en un accidente de tránsito registrado en un cruce ferroviario de Vista Alegre. Un coche de alquiler de la empresa Teletaxi que, por motivos ignorados, se detuvo sobre las vías, cuando circulaba por la calle Coulin, desde Don Bosco hacia Pampa Central, fue arrollado por un tren carguero, que lo arrastró unos 200 metros, aunque sin provocar heridas a su chofer. Manuel Marcelino López, de 64 años y conductor del Fiat Uno, dominio GGK 565, interno 26, de la citada firma, salió ileso, pese a la espectacularidad del siniestro. Todo sucedió instantes antes de las 13, cuando la formación de FerroExpreso Pampeano, integrada por las máquinas 6620 y 6588 y medio centenar de vagones, que había partido desde Salliqueló, cargado con soja y maíz, hacia Ingeniero White --tras realizar una parada en Darregueira--, embistió el lateral derecho del automóvil, sólo ocupado por López. Jorge Luis Padín y José Richard, maquinista y jefe de tren, respectivamente, activaron el sistema de emergencia, aunque el convoy, por la inercia propia de su envergadura --en ese tramo, que, en su inicio, es curvo y está bordeado por una arboleda de eucaliptos, circulaba a no más de 12 kilómetros por hora--, recién detuvo su marcha a unos 200 metros del paso a nivel, que habitualmente es utilizado para acortar distancias, aunque no estaría habilitado formalmente como cruce. Uno de los paragolpes de la locomotora se incrustó en la ventanilla del acompañante del Fiat y, de esa manera, lo llevó a la rastra, corriendo el coche de manera perpendicular al tren, hasta que finalmente éste se detuvo, luego de superar la intersección las dos máquinas y al menos 12 de los vagones. "Se le quedó el auto arriba de la vía y, cuando quiso dar marcha atrás, se le paró. Se ve que no vio el tren ni escuchó la bocina", manifestó Padín, consultado por un cronista de "La Nueva Provincia". "Pensé: 'este, chau, no pasa más'", reconoció el maquinista, al momento que advirtió la presencia del taxi sobre los rieles. Agregó que, afortunadamente, "se le enganchó el paragolpes en la ventanilla que, si no se le engancha, lo arrollo, lo hace pelota". Richard, por su lado, comentó que "para mi (el taxista) no sintió la bocina" y aclaró que, en medio de la emergencia, observaba cómo López "se venía moviendo adentro del auto", aparentemente porque quería desprenderse el cinturón de seguridad, al parecer, para arrojarse del habitáculo, lo que habría arrojado consecuencias peores. "Pudo salvarse, además, porque el auto agarró toda la piedra (ubicada en torno a las vías) y se le trabó la llanta (de la rueda delantera izquierda, cuyo neumático se reventó). De la polvareda que había, no se veía nada", dijo. Padín, en tanto, confirmó que ese cruce "no nos figura como paso a nivel, pero igual tocás bocina y eso, porque sabés que la gente pasa y lo usa". "No lo respetan". En el mismo sentido, Richard --quien reconoció tener trayectoria en el ámbito ferroviario-- admitió que "en Buenos Aires esto es común, pero no acá". "Esto no lo respetan, a este bicho (por el tren) hay que respetarlo, porque, sino, te pasa por arriba", enfatizó. Uno de los tantos colegas del taxista involucrado que se congregaron en el escenario del accidente --junto con varios vecinos curiosos--, confirmó la secuencia. "Se le quedó el auto arriba de la vía y quiso tirar marcha atrás. Te imaginás: no alcanzás a hacer nada, encima del c... se quería largar, pero el cinturón no lo dejaba. Si lo daba vuelta, olvidate", declaró el taxista, que no se identificó. Informó que un compañero trasladó a López del lugar en un vehículo particular, pese a la llegada de una ambulancia. "Lo querían llevar al hospital, pero él no quería", confesó. Por último, el vocero señaló que el damnificado se dirigía hacia Vista Alegre a buscar un pasajero. "Es un paso que se usa habitualmente para cortar camino", admitió, acerca del lugar del choque. Para prestar auxilio, acudieron al lugar personal de la comisaría Quinta, a cargo de la jurisdicción y bomberos del Cuartel Central, quienes trabajaron casi dos horas, hasta que finalmente, con la colaboración de una grúa, lograron desprender al Fiat Uno de la locomotora y liberar la zona. Casi 1.700 toneladas. El tren que protagonizó el accidente era una mole de 1.672 toneladas en movimiento, ya que estaba conformado por dos máquinas de 96 toneladas cada una y 50 vagones que, individualmente, transportaban 30 toneladas de soja o maíz, con destino al puerto whitense.



Fuente : La Nueva Provincia

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