martes, 18 de junio de 2013

Gestiones para fabricar nuevos vagones en el país

Piden incluir a proveedores locales en la próxima licitación de 206 coches. “Acá se podrían hacer perfectamente 100 coches al año con tecnología nacional”. Con la crisis del ferrocarril metropolitano otra vez al tope de la agenda política luego del choque que mató a tres pasajeros en Castelar el jueves pasado, el Gobierno y los empresarios del rubro negocian contrarreloj para definir quién fabricará la tercera tanda de 206 vagones que el Ministerio de Transporte quiere sobre las vías a principios de 2015, luego de las dos primeras partidas que encargó al grupo chino CSR y que llegarán el año próximo. A las tratativas se sumaron en los últimos días representantes de los dos mil operarios que trabajan en las cuatro principales plantas ferroindustriales del país, que aseguran que las tareas pueden realizarse en el país y con tecnología local, preservando sus empleos. Las gestiones se mantuvieron hasta ahora en el más estricto secreto y comenzaron poco antes del choque fatal del jueves, que volvió a poner bajo la lupa a Emprendimientos Metalúrgicos Ferroviarios (EMFER), la planta donde se reparó el “chapa 1”, que aún pertenece al grupo Cirigliano (ex TBA). Sus empleados –afiliados a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM)– saben que la “portación de apellido” les juega en contra, al igual que a los de Materfer, del grupo Taselli, el concesionario eyectado del tren Roca en 2007. Por eso reclaman la expropiación de todos los talleres y su integración con las líneas de pasajeros en un único sistema estatal. Según revelaron a BAE fuentes oficiales, los operarios llevaron su inquietud a funcionarios del Ministerio de Economía para que intercedan ante el que conduce Florencio Randazzo, a fin de que la licitación internacional prevista para este mes tome también en cuenta a los proveedores locales. Esa licitación, por unos u$s250 millones, es para fabricar 80 coches eléctricos para el ramal Urquiza, 90 coches remolcados para el Belgrano Sur y otros 36 coches diésel para los tramos no electrificados del Mitre y el Sarmiento. La inquietud de los operarios y técnicos, los únicos especializados en ferrocarriles que sobrevivieron a la era de privatizaciones de los años 90, responde a que no saben qué tareas van a realizar desde el año próximo, cuando lleguen al país los vagones chinos encargados por Randazzo tras la tragedia de Once de febrero de 2012. Esos coches, 709 en total, costarán un promedio de u$s1,3 millones cada uno y estarán en funcionamiento entre abril y diciembre de 2014, según el cronograma oficial. “Acá se podrían hacer perfectamente 100 coches al año con tecnología nacional. Hay insumos que hay que importar como las cadenas de tracción y los equipos de aire acondicionado, pero la capacidad instalada está”, dijo a este diario Pablo Barberán, delegado de EMFER. Los empresarios dueños de las plantas (los grupos Roggio, Taselli, Romero y Cirigliano) ya dejaron trascender que podrían hacer el trabajo por el mismo dinero que CSR, aunque no en los mismos plazos que prometen los chinos. El Ministerio de Transporte, abocado por estas horas a dilucidar qué causó el nuevo choque del jueves en el Sarmiento, mantiene en reserva qué hará con la licitación. No obstante, luego de las críticas que cayeron sobre Randazzo por haber encargado las primeras dos tandas a través de contrataciones directas con CSR, ya decidió abrir el juego a otros grupos extranjeros y prevé lanzar la licitación en las próximas semanas. Además de EMFER y Materfer, con cerca de 400 operarios cada una, las dos plantas más activas son la de Roggio en Juárez Celman (Córdoba) y la de Romero en Chascomús, que emplean a unos 150 trabajadores cada una. También tiene instalaciones en el país la multinacional francesa Alstom, que compitió años atrás para construir el fallido tren bala a Rosario.

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