Los
reiterados inconvenientes de funcionamiento que viene exhibiendo el tren
universitario, habilitado en nuestra ciudad el 26 de abril pasado,
originaron el justificado reclamo de sus usuarios y obligan a los
responsables cuanto antes a la normalización de un servicio que, como se
sabe, es utilizado mayoritariamente por los estudiantes de las
distintas facultades enlazadas en el recorrido que une la Terminal de 1 y
44 con el hospital San Martín (ex Policlínico). Tal como se informó
recientemente, el tren volvió a exhibir inconvenientes para funcionar en
el curso de esta semana. Según trascendió, se habrían registrado
deficiencias en el sistema de frenos de la formación. Sin embargo, desde
la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria (Ugofe) Línea Roca se
aseguró que no existieron fallas mecánicas y que en esta oportunidad la
situación creada obedeció a que se plantearon problemas de índole
laboral con el personal de conducción. Sea como sea, desde que fue
habilitado, el tren universitario sufrió inconvenientes con el servicio y
en distintos días dejó a pie a muchos pasajeros. Así, en tres jornadas
del pasado mes de mayo se produjeron diversas fallas que se suman a los
trastornos que afectaron al servicio desde el lunes hasta el miércoles
pasados. En tal sentido, el gerente general de la Ugofe señaló que el
tren universitario se encuentra funcionando de modo experimental durante
su primera etapa de prestación, ya que se desarrolla sobre un tendido
de vías donde se había discontinuado el mantenimiento debido a que no
había circulación de formaciones ferroviarias. El hecho es que en el
breve tiempo corrido desde que empezó a circular para trasladar no sólo a
estudiantes de varias facultades sino también al público en general, el
tren llegó a transportar a unos 1.000 pasajeros por día, marca una
pauta acerca de la importancia y eventual proyección de este servicio.
Las estimaciones iniciales hablaron de que el tren beneficiará
directamente a los más de 50 mil jóvenes que cursan en las facultades de
distintos sectores del Bosque, a quienes se le irán sumando los 15 mil
de Humanidades y Psicología, tras su traslado al ex BIM 3, además de que
puede ser utilizado por toda la comunidad. Sin embargo, surge como
prioritaria la necesidad de que su prestación resulte confiable,
especialmente en lo que se refiere al cumplimiento de los horarios y a
su continuidad. No sería necesario señalar que los estudiantes no pueden
en modo alguno llegar tarde a sus cursadas, dirigiéndose a las dos
cabeceras del itinerario o a las estaciones intermedias sin tener
seguridad de que el tren funciona o que lo hará en los horarios
establecidos. Fueron numerosas las pruebas piloto realizadas, al margen
de las pausas que se extendieron antes del debut del tren motivadas,
muchas de ellas, por razones técnicas y por las necesidades que planteó
la obra civil en las siete estaciones habilitadas. Se impulsaron
acciones destinadas a contar con la debida señalización y se revisó el
estado de las vías, entre otras cuestiones relacionadas a la seguridad.
Superado ese largo proceso previo, se confió en que el tren
universitario iniciaría una prestación plenamente satisfactoria para los
usuarios. Es de esperar, entonces, que los problemas que surgieron en
el funcionamiento queden superados a la brevedad. No sólo los miles de
estudiantes, sino la comunidad en general comparten esa aspiración.
Fuente : El Dia
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