¿Qué queda
de privado en un sistema que requiere 10 pesos por cada uno que se paga?
Muy poco: apenas dos ramales, el Urquiza, que opera Metrovías, y el
Belgrano Norte, concesionado por Ferrovías. En ambos ramales aún se
conservan las apariencias de gestión privada, pero todo está
subvencionado por el Estado. El año pasado, por ejemplo, Ferrovías
recibió $ 401 millones y recaudó, en caso de que todos sus pasajeros
hayan pagado un pasaje de 1,75 pesos, alrededor de 50 millones. Es
decir, si las cuentas se hacen con los números que publica el Ministerio
del Interior y Transporte, por cada billete de 5 pesos que recaudó
necesitó subsidios por 40.
Algo similar
pasa con Metrovías. El ramal Urquiza es el que menos subsidios recibe
por pasajero: por cada persona que paga un tramo el Estado pone 5,73
pesos. Claro que nada se compara con los números de los ramales que
maneja el Estado. El extremo de los subsidios por pasajeros se da en el
Belgrano Sur. En esos vagones viajaron el año pasado alrededor de 12,2
millones de personas y hubo subsidios por $ 545 millones. Así, por cada
uno de los viajeros que pasaron por el molinete el Estado puso 44 pesos
de subsidios.
¿Qué
mantiene una apariencia de concesión a privados cuando todo depende del
Estado? "En realidad [el ministro del Interior y Transporte, Florencio]
Randazzo está convencido de que el camino es dejar un lugar secundario a
los privados. Pero hay un tema: los sindicatos. La apariencia de
gestión privada en los ramales que operan la Ugofe y la Ugoms (San
Martín, Belgrano Sur y Roca la primera; Mitre y Sarmiento, la segunda)
es el último bastión que queda para contener a los gremios, que quieren
trenes estatales y gestión de los sindicatos", dice una fuente que
transita por los pasillos del Ministerio. Además, en caso de algún
problema los responsables serán los privados. La ecuación es fácil: los
logros son del Gobierno, los problemas, de los operadores.
Claro que no
es gratis. Asumir la responsabilidad y correr los trenes tiene su
costo. El Estado paga todos los meses un honorario por esa gestión.
¿Cuánto? No se publica, es uno de los secretos ferroviarios mejor
guardados.
RECLAMO. El
reclamo que se escucha en los gremios siempre es el mismo: gestión de
los trabajadores. Miran con entusiasmo el modelo que se tomó en una de
las primeras estatizaciones del kirchnerismo: Aguas Argentinas. Entonces
la concesionaria de capitales franceses fue reemplazada por una
sociedad anónima en la que el gremio (sanitarios) se hizo cargo del día a
día de la operación. Randazzo mira con simpatía la estatización, pero
no está dispuesto a entregar la gestión. Días pasados, después de la
estatización de otro ramal (el Tren de la Costa), cerca del funcionario
desmentían la posibilidad de anunciar lo que ya sucede de hecho: la
estatización total del sistema. Si hay algún condimento más que le falta
a esta estatización de hecho es la responsabilidad. Más allá de la
responsabilidad penal en el caso de la tragedia de Once, las
consecuencias civiles del siniestro correrán por cuenta del Estado. El
orden jurídico local establece que el dueño de la cosa (en este caso, el
material rodante y la infraestructura, como las vías) es el responsable
por los daños que causen. Es decir, el Estado. Este esquema se repite
en todas las líneas de trenes. Los trabajadores de los cinco ramales
estatizados (Mitre, Sarmiento, Roca, San Martín y Belgrano Sur) tienen
como empleador a una sociedad anónima que, paradójicamente, tiene un
solo socio: el Estado.
A los
trabajadores de Metrovías y Ferrovías se les paga con los subsidios que
se cobran. El material rodante se compra con dinero estatal y las obras
ferroviarias, también. ¿Qué falta para el regreso de Ferrocarriles
Argentinos? Nada. Apenas un anuncio como para llenar de retórica algo
que en los hechos ya sucede.
LAS CLAVES DE LA GESTIÓN ESTATAL
Subsidios
millonarios. El año pasado se destinaron $ 4708 millones a subsidios
para los trenes, que transportan 282 millones de pasajeros al año
Costo por pasajero. El Estado paga 16 pesos de subsidios por cada uno de los pasajeros que subieron al tren en 2012
Recaudación
escasa. Las concesionarias sólo recaudan alrededor de uno de cada 10
pesos que necesitan para que corra el ramal, pagar los costos y
mantenerlo
Control de
los gremios. El Gobierno utiliza a las operadoras privadas como una
manera de contener a los gremios que quieren hacerse cargo de la gestión
de los ferrocarriles estatizados
Fuente : La Nacion
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