Historia.
Ferrobaires comenzó a funcionar el 15 de enero de 1993 y, desde esa
fecha, ha tenido una lenta y pertinaz “descapitalización”. Para tener
una idea de la magnitud de este fenómeno, sostiene la comisión,
Ferrobaires recibió casi 1000 vehículos en el acto de su fundación y que
luego recibió por lo menos 40 vehículos más entre coches motores
españoles, coches literas, locomotoras etc., y hoy el parque activo de
la empresa difícilmente pase de 50 unidades. De las 84 locomotoras
recibidas hoy solo se dispone de 18, lo cual otorga una idea cabal del
tamaño de la destrucción. La cifra de 1299 trabajadores se mantuvo
durante cinco años hasta que en el año 2007 (año electoral) el gobierno
de Felipe Solá incorpora a la empresa 600 nuevos trabajadores (301
directamente a la planta permanente y 299 a la planta temporaria de la
empresa), elevando el plantel de 1.299 a 1.899. “Esta mecánica de
engordar las plantillas de personal en años electorales se repite en el
año 2013 ya que el gobierno de Daniel Scioli incorpora a la planta
permanente a 800 nuevos empleados, elevando la planta permanente de
1.600 a 2.400 trabajadores, a lo que se suman otros 299 de la planta
temporaria, aumentando el plantel de trabajadores de Ferrobaires de
1.899 a 2.699”, dice el documento de “Salvemos al Tren”. O sea, la
empresa fue utilizada como una plataforma con fines políticos. Y agrega:
“Otra curiosidad en el manejo de personal de Ferrobaires es que en un
contexto en donde existe gran déficit en el mantenimiento de las vías,
las cuadrillas cedan personal de vía y obra a sectores no involucrados
directamente en el trabajo de conservación y reparación, como son los
sectores administrativo y comercial. El personal que escasea para
reparar y mantener las vías, sobra en las oficinas comerciales de
Ferrobaires en Constitución”. En noviembre del año 2011, una
investigación periodística del programa “Telenoche Investiga” llamada
“Ferrochorros” denuncio que en la empresa existían decenas de
“trabajadores fantasma” o “ñoquis”, personas adscriptas a la nomina de
personal de Ferrobaires pero que no realizaban ninguna tarea concreta en
la empresa ni asistían a la misma. Esta modalidad delictiva en
perjuicio de la administración pública provincial era implementada y
dirigida por personal del sindicato Unión Ferroviaria, hoy con sus
autoridades enjuiciadas por el asesinato de Mariano Ferreyra. En esa
oportunidad se denunció específicamente a Humberto Martínez, secretario
general adjunto Seccional Buenos Aires Sur. Otra modalidad detectada era
la de personal contratado que cobraba en mano sueldos inferiores a los
reales, siendo la diferencia entre uno y otro una exacción por parte del
mencionado Martínez. Otra modalidad era contratar en negro personal que
años después se enteraba que había tenido a su nombre un trabajo en
Ferrobaires con altísimos sueldos. Uno de los trabajadores damnificados
por esta estafa, Carlos Balduzzi, señaló a Clarín que Martínez posee más
de 100 tarjetas de débito de supuestos empleados de Ferrobaires a los
que les viene cobrando los sueldos hace varios años. Solo en el caso de
Balduzzi, entre 2005 - 2009 Martínez habría cobrado en su nombre $
186.675. El caso está actualmente en la Justicia. Ante estos hechos,
sostiene la comisión, corresponde preguntarse: “¿Cuántos de los actuales
empleados que integran la nomina laboral de Ferrobaires efectivamente
trabajan? ¿Cuántos “empleados fantasma” continúan integrando las
nominas? ¿Será esta una de las causas por las cuales a Ferrobaires “no
hay presupuesto que le sirva o le alcance” y todo el dinero parezca caer
en un pozo sin fondo, en vista a la pésima calidad del servicio? Y más
aún, ¿actuará el gobernador Scioli o hará la vista gorda en este año
electoral?
Fuente : Agencia NOVA
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