En la apertura de sobres de la licitación por los cupos de carga quedó reflejado el escaso interés de las grandes petroleras.
A cuatro años de los primeros anuncios, el proyectado tren Bahía Blanca -Vaca Muerta se encuentra con respirador artificial.
La iniciativa
quedó en terapia intensiva el miércoles pasado, cuando se abrieron los
sobres de la licitación lanzada por los cupos de carga en el futuro
ramal y el gobierno no pudo asegurar los 4 millones de toneladas
necesarios para hacer viable el proyecto.
Apenas se
consiguieron 3.317.000 toneladas y la cifra obtenida puso de manifiesto
el escaso interés de las petroleras en el tren, salvo la estatal YPF.
En tal sentido,
según información dada a conocer por el portal especializado
Econojournal, PAE ofertó 300 mil toneladas, Shell 150 mil, Pluspetrol
115 mil, Vista 102 mil y Chevron, Total y Pampa Energía 100 mil cada
una.
En el caso de YPF, su oferta, claramente realizada para mantener vivo el proyecto, totalizó 1.500.000 toneladas.
A esto debe
sumarse la participación de actores no vinculados directamente a la
industria del petróleo como el Consorcio del Puerto de Bahía Blanca, que
ofertó 500 mil toneladas, la constructora de Victorio Gualtieri con 300
mil y la local Sea White que se interesó en 50 mil.
Tocado ¿y hundido?
De ahora en más
el gobierno nacional tiene dos opciones: continuar con el proceso y
aguardar que el escenario cambie o bien no hacer nada y esperar que el
tema se diluya sin necesidad de exponerse a un nuevo mal trago en un año
electoral.
Pero al margen
del poco interés despertado por la licitación de los cupos de carga, el
hecho que puso al proyecto al borde del colapso es el riesgo país.
El gobierno
dispuso que la construcción del ramal Norpatagónico se realice mediante
el sistema de Participación Público Privado (PPP).
Precisamente
todas las iniciativas mediante esta operatoria sufrieron un duro impacto
por el elevado riesgo país, que hoy supera los 1.000 puntos cuando lo
ideal para obtener financiación son 300.
Desde 2015
La construcción
del ramal fue anunciada por primera vez en mayo de 2015 por la entonces
presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
La nueva
administración nacional retomó y revitalizó la idea ante la necesidad de
abaratar costos logísticos en el desarrollo de los pozos neuquinos.
U$S 780 millones
El proyecto contempla una inversión de 780 millones de dólares para intervenir 700 kilómetros.
El año pasado
se dio a conocer el proyecto técnico y quedó en evidencia que la traza
del futuro ramal tendrá un impacto mínimo en la trama urbana bahiense.
Los rieles
entre nuestra ciudad (Puerto Galván) y Añelo, en Neuquén, irán pegados a
la costa y no interferirán con el tránsito automotor ni exigirán la
reubicación de precarias viviendas como se había pensado en un primer
momento.
En el distrito
de Bahía la traza involucra casi 20 kilómetros y en la mayor parte de
ellos implicará la renovación total de rieles, con una inversión de 34
millones de dólares.
Las obras
demandarán la concreción de nueve pasos a nivel con barreras
automáticas, señalización lumínica y 170 puestos de trabajo directos.
Habrá tres obradores en desvío Galván, empalme Aguará y Cerri.
Todo el ramal Bahía Blanca – Vaca Muerta tendrá un plazo de ejecución de cuatro años.
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