Sucedió a
las 15. “Una pareja salió sin mirar de este estacionamiento en una Honda
CRV gris claro. Y no vieron a la locomotora, que venía muy despacito
desde el Sur y tocando la bocina. Los agarró del lado del acompañante.
La chica se golpeó y se agarraba la cabeza, pero no le pasó nada grave.
El conductor estaba bien. Y la camioneta quedó bastante destruida”,
contó Andrés, empleado del estacionamiento de Alicia Moreau de Justo al
1700. El 9 de mayo, a la altura de la calle Tucumán, el tren atropelló a
un padre y su hijo, ambos arquitectos, que murieron en forma
instantánea. Las víctimas cruzaban las vías por un lugar indebido y el
padre, con problemas auditivos, no pudo percibir que venía el tren.
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