-¿Desde cuándo participan en el grupo de cine militante Ojo Obrero?
-Alejandro
Rath: Desde el 2001. La primera película en la que colaboré fue
Piqueteros Carajo (2002), que relata los crímenes de Maximiliano Kosteki
y Darío Santillán. El día en que los asesinaron estuvimos presentes en
el puente con nuestras cámaras y las grabaciones que hicimos sirvieron
para probar en el juicio de dónde habían salidos los disparos que
mataron a Darío y Maximiliano. Incluso yo tuve que declarar en el
juicio.
-Julián
Morcillo: Yo me incorporé al grupo por intermedio de Alejandro en 2004 y
colaboré con todas las películas que se hicieron hasta ahora. Así es el
subte (2005) y Casino (2008), entre otras.
-¿Cómo surgió la idea de hacer una película sobre el crimen de Mariano Ferreyra?
-JM:
Nosotros empezamos a grabar la misma tarde que mataron a Mariano, en una
concentración en Corrientes y Callao para repudiare el asesinato.
Sabíamos que algo íbamos a hacer pero en ese momento no teníamos claro
qué tipo de película. Lo primero que produjimos fue Mariano presente un
corto que vieron 60 mil personas en Plaza de Mayo, durante un acto
organizado por el Partido Obrero a un mes del asesinato de Mariano.
Cuando leímos ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? (editado por Norma, en
2010 y reeditado por Planeta en 2012) de Diego Rojas, nos pareció que la
narración que hizo Diego de los hechos nos ayudaban a estructurar la
historia de manera cinematográfica. Además contamos con el apoyo de
Rojas para hacer la película.
-¿Por qué decidieron contar la historia desde la ficción?
-AR: Siempre
trabajamos desde el documental pero esta historia tenía por un lado
muchos datos y por otro una fuerte dosis emotiva, la muerte de Mariano
conmovió y movilizó a un montón de personas. No queríamos sólo contar la
información de por qué había ocurrido el asesinato, sino que queríamos
lograr que el espectador pudiera identificarse con la historia. Entonces
decidimos crear un personaje que a través de la investigación del
crimen fuera contándole al público todo el entramado delictivo y a su
vez produjera un relato más movilizador desde la ficción, que lo que se
puede lograr con el género documental.
-JM: Otro
motivo para trabajarlo desde la ficción es que nosotros no estuvimos con
nuestras cámaras en el momento que se hizo la protesta y luego ocurrió
el crimen. Las únicas imágenes que se hicieron públicas son las de C5N,
que son muy pocas. Existen otras imágenes que están siendo usadas en el
juicio y a las que nosotros pudimos acceder que fueron tomadas por una
cámara de la Policía que estaba ubicada arriba del terraplén, al lado de
la patota sindical que atacó a los militantes del Partido Obrero, pero
esa cámara se retiró momentos antes del asesinato. Y también hay algunas
imágenes grabadas por los militantes con sus celulares pero que están
dentro de la causa y no se podían usar. Así que ante la falta de
imágenes nuestras decidimos que teníamos que realizar una reconstrucción
y para eso contamos con la ayuda de más de 200 militantes del Partido
Obrero que habían participado de los hechos.
-¿Cómo fue reconstruir la escena del crimen con las mismas personas que participaron de la protesta?
-AR: Al
principio creíamos que la ficción no iba a funcionar, así que decidimos
grabar las escenas de la reconstrucción pero pensando que sólo íbamos a
usar las imágenes y luego a eso le agregaríamos una voz en off para
explicar lo que había sucedido. Pero cuando comenzamos a filmar, los
militantes fueron reconstruyendo lo que sucedió tan bien, que no
necesitamos intervenir con la voz en off. Fue un trabajo colectivo
porque ellos recordaban qué había pasado y cómo fueron los diálogos que
tuvieron y luego los representaban para la cámara.
-La película
también cuenta con los testimonios de familiares y amigos de Mariano
Ferreyra que van apareciendo de forma escalonada y que componen otra
línea de narrativa diferente a la ficción. ¿Por qué eligieron el formato
documental para filmar esos testimonios?
-AR:
Queríamos separar esa línea narrativa de la ficción para que no quedara
dudas de que se trataba de personas reales que sienten la pérdida de
Mariano muy a flor de piel. No queríamos agregarles ningún artificio a
las emociones que ellos muestran y por eso no los integramos a la
ficción.
-Andrés
Oviedo, el protagonista del relato en la ficción, presenta una semblanza
más cercana a la figura de Rodolfo Walsh que a la de un periodista de
nuestros días ¿En qué se basaron para crear ese personaje?
-AR:
Buscamos una estética retro, queríamos remarcar que al personaje le
gusta investigar y eso es algo que actualmente se hace poco en el
periodismo.
-JM: Martín
Caparrós trabajó en Noticias con Rodolfo Walsh y quisimos que el
personaje tuviera una impronta que se pareciera a cómo investigaba
Walsh.
-En el filme
Andrés Oviedo nunca publica la nota que le pidió el editor de la
revista para la que trabaja, porque su investigación desnuda intereses
que comprometen a empresarios, sindicalistas y funcionarios del gobierno
allegados a la editorial. ¿Qué los llevó a armar la historia de esta
manera?
-AR: Fuimos
armando esa línea narrativa con lo que vivió Diego Rojas mientras
realizaba la investigación para el libro. Si bien Rojas trabajaba para
la sección cultura de la Revista Veintitrés, y no publicó en la revista
nada sobre el caso, igualmente el hecho de que estuviera llevando
adelante la investigación le trajo problemas en su trabajo. También
supimos de otros periodistas que trabajaban en TELAM y Radio Nacional
que tuvieron problemas por hablar sobre el asesinato de Mariano.
-JM: Ernesto
Tenembaun escribió en una nota que tanto el asesinato de Mariano como
el de Kosteky y Santillán fueron hechos que pusieron al periodismo
frente a un desafío. En la crónica que realizaron los medios de
comunicación sobre esos crímenes se hizo más evidente cuáles eran las
líneas editoriales de los medios y qué influencias recibían desde fuera.
-¿Por qué eligieron a Martín Caparrós para protagonizar el filme?
-AR: Al
principio buscamos algunos actores, pero les fue imposible ayudarnos
porque ya tenían otros compromisos asumidos. Y como nosotros no podíamos
retrasar la filmación porque queríamos estrenar la película mientras se
realizaba el juicio, empezamos a pensar que fuera realmente un
periodista el que representara el rol de Oviedo. Nos interesó la figura
de Caparrós porque es una persona que mantiene cierta independencia
dentro de los medios.
-¿Qué estrategias plantearon en la ficción para diferenciar a Oviedo de la figura mediática de Caparrós?
-JM: Lo
primero que le dijimos es que tenía que sacarse el bigote, pero él no
quería hacerlo. Un día durante un ensayo se recortó un poco el bigote y
nos dijo que no se lo iba a afeitar . Y finalmente el primer día de
rodaje apareció sin bigote, pero además con una peluca para gastarnos
una broma.
-¿Cómo fue dirigir a Martín Caparrós?
-AR: El
primer día fue difícil, empezamos a grabar la primera escena y pasó un
imprevisto, y nosotros decidimos seguir grabando, pero él se enojó y
cortó la grabación. En ese momento pensamos que nos esperaba un rodaje
muy complicado, pero luego hablamos y él se relajó. A partir de allí
todo fue genial y creo que tanto él como nosotros disfrutamos de la
filmación.
-Uno de los
momentos más impactantes de la película es cuando se escucha la voz de
José Pedraza hablando sobre el crimen de Mariano Ferreyra. El audio
utilizado en la ficción corresponde a una entrevista que Diego Rojas le
realizó al líder sindical antes de que fuera procesado en la causa.
-AR: Esa fue
la única entrevista que dio Pedraza antes de que lo encarcelaran. Ese
audio es inédito, por supuesto forma parte de la causa judicial pero no
fue difundido en ningún medio.
-JM: Para
nosotros esa entrevista era fundamental en el desarrollo de la historia,
dentro de la ficción Oviedo le pide la entrevista a Pedraza el día del
asesinato y se pasa toda la investigación tratando de que lo reciba. No
quisimos ficcionar esa parte porque nos pareció más fuerte para la
historia que la gente pueda escuchar la voz del mismo Pedraza y como él
le quita importancia a todo lo que sucedió y piensa que el asesinato no
va a afectarlo.
-En el
juicio se está juzgando a los posibles autores del crimen de Ferreyra y a
sus probables autores intelectuales, así como también a los policías
que se presume liberaron la zona. ¿Creen que en un futuro se llevará a
juicio a los empresarios y funcionarios del gobierno que en la película
se señalan como posibles partícipes del asesinato?
-AR: Primero
esperamos que haya una condena efectiva y ejemplar sobre los 17
imputados en este juicio. Y a partir de allí deberían abrirse otras
causas que lleven a juicio por un lado a los empresarios de la UGOFE
(Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia) que le dieron
licencia a los trabajadores para que formaran la patota que mató a
Mariano. Y por otro a los funcionarios que ese día monitoreaban y
decidían lo que hizo la policía. Así como también deberían ir a juicio
los funcionarios de la Secretaría de Transporte que permitieron el
desvío de los subsidios a empresas fantasmas.
JM: La
tragedia de Once puso al desnudo nuevamente que el Gobierno no había
cambiado su sistema de subsidios y que nunca realizaron controles sobre
cómo gastaban ese dinero las empresas. Es importante esclarecer esos
negociados y sus responsables para que no sigan ocurriendo tragedias.
Ficha Técnica
¿Quién mató a Mariano Ferreyra? (2013) Duración 95 minutos. Argentina.
Con las
actuaciones de Martín Caparrós, Lucía Romano, Enrique Piñeyro, Iván
Moschner, Leonor Manso, Soledad Villamil y Bárbara Mastronardi.
Dirección y montaje: Julián Morcillo, Alejandro Rath.
Guión: Alberto Romero, Julián Morcillo, Alejandro Rath.
Producción: Emilce Díaz, Alberto Romero, Juan Morcillo.
Dirección de fotografía y cámara: Martín Turnes, Santiago Bonavera.
Sonido Directo: Francisco Rizzi, Hernán Martín, Manuel Elías Costa, Guillermo Leyenda, Santiago Pafundi.
Arte y vestuario: Florencia Blumen.
Música y banda sonora: Rigo Quesada, Matías Ceppi
Diseño de títulos: Iván Asnicar
Postproducción de imagen: Damián Brillantino
Se estrena
el jueves 4 de abril en los cines Monumental, Cosmos-UBA, Premiere y
City Gral. Paz de la ciudad de Buenos Aires. También en el cine Select
de La Plata y en el Cine Teatro Arteón de Rosario.
Fuente : Clarin
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