De pobre a millonario, lidera hace décadas al gremio de los ferrocarriles vinculado a los incidentes de ayer. Pasado marxista y menemista, y presente K. De tener nada a tenerlo casi todo. Así podría resumirse la mejora material de José Pedraza (66), jefe de l a Unión Ferroviaria, el sindicato que habría participado en los violentos incidentes de ayer que terminaron con un muerto y dos heridos. Nacido en 1944 en Deán Funes, un humilde pueblo de Córdoba a la vera de las vías del ferrocarril. Su padre era un trabajador ferroviario y supo lo que era dormir con hambre. Al igual que su progenitor, en la década del 60 ingresó como obrero en la estación Saldías del Ferrocarril Belgrano. Al mismo tiempo estudiaba Derecho y militaba en el Movimiento Nacional de Derecho. Su actividad sindical comenzó ni bien empezó a trabajar como ferroviario. Por eso a nadie sorprendió que participe de la combativa CGT de los Argentinos. En 1966 perdió su trabajo por el activismo gremial pero en 1971 volvió a trabajar, en el Ferrocarril Mitre como changarín. Dos años más tarde volvió al sindicalismo y en el ´76 lo dejó de nuevo. Durante la dictadura mantuvo el perfil bajo y ni bien restituida la democracia -en 1983- los afiliados a la Unión Ferroviaria lo eligieron como secretario general, cargo que nunca más abandonó. Son muchos los que aseguran que su cintura política lo hizo sobrevivir a las disputas sindicales. Durante la presidencia de Raúl Alfonsín fue uno de los principales aliados del gremialista Saúl Ubaldini, de clara oposición al radical. Si bien estaba en un primer momento del lado de Antonio Cafiero, no dudó en pasarse al lado de Carlos Saúl Menem cuando éste ganó las internas para competir por la presidencia. En el olvido quedó su ideología marxista y abrazó la causa peronista que lideró el riojano durante los '90. Las sospechas de corrupción en su gremio se multiplicaron. Incluso en los noventa las investigaciones de la prensa lo señalaban como cercano a la gerenciadora Amirapi, empresa que administraba 14 millones de dólares que aportaban anualmente los afiliados de la Union Ferroviaria para pagar por adelantado sus gastos de sepelio. Cuantiosas sumas desaparecieron y los trabajadores fueron estafados. Si bien la causa duró décadas, él siempre desmintió su participación. Privados. Siempre recuerda con felicidad las épocas en las que los ferrocarriles eran patrimonio del Estado, aunque estuvo a favor de la privatizacion de los ferrocarriles y dio luz verde para la reducción de personal. Su forma de mutar políticamente puede resumirse en este diálogo que tuvo con la revista Noticias en 1993:
-¿Tiene buen diálogo con el ministro Cavallo?
-Excelente, sin su colaboración no hubiéramos logrado muchas de las cosas que logramos.
Lejos de su pasado humilde, por aquellos tiempos solía veranear en Pinamar al igual que muchos empresarios argentinos. Su alianza con Menem fue notoria. En 1993 el ahora senador le entregó a su gremio la concesión del Belgrano Cargas. La Unión Ferroviaria obtuvo el 99% de las acciones de esa línea. Era K. Pedraza, como tantos otros sindicalistas que abrazaron la causa menemista, fue duhaldista a comienzos del siglo XXI y kirchnerista a partir de 2003. Durante 2006 participó de las reuniones en la Rosada para la reprivatización del Belgrano Cargas. Allí compartió mesa, entre otros, con el ex presidente Kirchner, Franco Macri, Aldo Roggio y Gabriel Benjamín Romero. La relación con el camionero Hugo Moyano es muy buena. La buena vida. En febrero de 2009, la revista Noticias lo encontró de vacaciones en Río de Janeiro. Junto a su segunda esposa, Graciela Coria, se hospedó en una suite del Sheraton Río Hotel por la que pagó unos 400 dólares diarios. Hoy Pedraza vive en Morón, en el exclusivo barrio de Villa Sarmiento, en una casa que cuando la compró -en 1998- costaba 700 mil dólares. La muerte de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero, lo pone en aprietos.
Fuente : Perfil
No hay comentarios:
Publicar un comentario