Es cierto que todos los días no llueven 120 milímetros, pero también es verdad que precipitaciones como éstas ya han ocurrido, y en varias oportunidades.
No se puede culpar a la lluvia ante tanto descuido.
Sólo basta con recordar lo sucedido el 19 de marzo de 2009, cuando un hecho de menor magnitud dejó en claro el olvido.
En aquella oportunidad, un indigente había pretendido instalarse debajo del puente para pasar sus días, y con solo remover unas piedras, todo el peso del terraplén terminó por el piso.
Fuente: Portal de Noticias
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