lunes, 19 de octubre de 2009

Arrumbados y listos para el desguace

En varias playas de maniobras de los ferrocarriles, las viejas formaciones que pertenecen a la época de los trenes estatales conviven con otros coches pintados con colores desconocidos para los usuarios locales.

En Gerli, por ejemplo, además de las locomotoras sin motor, hay varios vagones que LA NACION pudo ver y que están en mal estado. En Retiro, detrás de un paredón que separa las vías de la Avenida del Libertador, descansan una veintena de coches plateados que llegaron desde Portugal y que están en buen estado. Sin embargo, allí están, prácticamente quietos. ¿Qué les pasa? Es que son de larga distancia y no pueden ser utilizados para los trayectos que hacen los trenes suburbanos. "Sólo tienen dos puertas por vagón: una adelante y otra atrás. Entonces, suelen estar parados varios minutos para que suba y baje gente en las estaciones, y tardan tanto que retrasan toda la vía. Por eso se dejaron de usar", contó una fuente ligada a una de las empresas ferroviarias de la Argentina.

En los talleres Emfer, ubicados en el cruce de las avenidas General Paz y Constituyentes, también se pueden apreciar varias unidades de la fauna ferroviaria ibérica: están desmantelados, sin vidrios ni asientos, y pintados con un antioxidante anaranjado.

Todo Trenes menciona que se recibieron 16 locomotoras General Motors de la empresa española de ferrocarriles Renfe, de las cuales dos fueron a parar a la concesionaria cordobesa Ferrocentral, pero permanecen con faltantes y sin funcionar.

Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE) envió en mayo seis trenes diésel articulados Apolo, pero uno de ellos ya ha servido de fuente de repuestos.

"El material de trocha ancha recibido de Renfe, excepto cuatro locomotoras, mostraba un avanzado estado de abandono, deterioro y hasta cierto grado de vandalismo", señala Todo Trenes . "No fueron la excepción los coches remolcados de pasajeros, que en cantidad de 60 fueron recibidos sin que al menos uno fuera efectivamente reparado y puesto en servicio", agrega la revista.

Esos vehículos permanecen con faltantes, grafitis, óxido y llantas agotadas en los talleres de reparación del grupo Emepa (dueño de Ferrovías, concesionaria del Belgrano Norte), en Chascomús y en la localidad santafecina de Pérez.

Además, 11 locomotoras English Electric, contrariamente a la recomendación de unificar máquinas, se repartieron entre cuatro empresas diferentes. "TBA recibió dos. Las puso en servicio, pero una pronto quedó detenida, sirviendo de fuente de repuestos para la otra. Línea San Martín (operada por Ferrovías, TBA y Metrovías) recibió tres, que puso en servicio de inmediato, pero una de ellas comenzó a ser desmantelada y otra corrió la misma suerte después de haber sufrido un choque. La restante sólo se emplea en maniobras dentro del Depósito Retiro. La (estatal bonaerense) Uepfp recibió dos y de inmediato una tuvo problemas."

TBA recibió cinco de las nueve locomotoras Brisonneau & Lotz, "de las cuales al menos una fue destinada de inmediato a surtir piezas a las demás", según Todo Trenes. La revista añade que "la poca simpatía del personal hacia su incómodo andar contribuyó a que se las relegara a cumplir con trabajos menores". Ferrocentral tiene dos, que "nunca se animó a sacarlas de Retiro, donde cumplen tareas de maniobras".

Dos locomotoras diésel eléctricas fabricadas por Alsthom fueron entregadas a la Uepfp, pero "al poco tiempo se alternaban en el servicio, intercambiándose repuestos, hasta que finalmente sólo quedó una en uso". Unos 15 juegos de trenes eléctricos MRR se destinaron a Línea General Roca (operada también por TBA, Ferrovías y Metrovías), cuyo "diseño de interiores y puertas plegadizas abisagradas resulta incómodo y conflictivo en las horas de mayor afluencia de público, provocando atrasos en la línea".

Fuente: La Nacion

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