jueves, 30 de julio de 2009

Todo Trenes, 10 Años



No sabemos cómo referirnos a los diez años de nuestra revista sin hacer uso de ciertas palabras que podrían sonar algo trilladas, o tal vez cursis. Pero hoy más que nunca necesitamos de esas palabras, hoy mejor que nunca las comprendemos, y hoy mejor que nunca no nos importa lo cursis que podamos parecer. La verdad que haber creado Todo Trenes hace diez años y haberla acompañado hasta tan lejos es una experiencia tan gratificante y orgullosa que sólo tenemos palabras de sincero agradecimiento para con todos los que de una u otra manera se han sumado a nuestra tarea. Familiares, amigos, lectores, colaboradores; un ejército que se fue engrosando día a día no ha permitido que nos sintiéramos solos. Cada carta, cada mail recibido, fue como una palmada en el hombro, como un soplo de aliento que coreaba "sigan hablando de nuestros trenes". Cada piropo, cada queja, cada corrección, cada enojo o felicitación nos ha hecho sentir una enorme responsabilidad, porque inevitablemente pensamos: "con cuánta atención nos leen". Lo más cierto de todo esto, es que hay un público en la Argentina que ama a los trenes, y es en ese sentido que nos alegra tanto no habernos equivocado al decidirnos a hacer una revista que encarnara eso. En 2009 es mucho más claro que hay miles de aficionados a los trenes, pero esto no era así hace 10 años. En 2009 es claro que hay gente que espera verdades y políticas ferroviarias, cosa que en 1999 no parecía. En 2009 es usual que se critique a las empresas ferroviarias por diversos medios, pero recordemos que en 1999 esto no era así. Hoy no sólo nos sentimos acompañados por todo lo que directamente nos toca, sino por la evolución de la movida ferrofílica. Que haya foros de discusión y boletines independientes en internet, nos hace sentir acompañados. Que haya amigos que arman blogs para poner sus fotos y experiencias, nos hace sentir acompañados. Que haya otras publicaciones sobre trenes nos hace sentir acompañados. Que hayan aparecido libros sobre trenes, artistas plásticos inspirados en trenes y hasta cineastas preocupados por los trenes, nos hace sentir acompañados. Nos gusta que el país entero, bien o mal, discuta sobre trenes, que es más que lo que pasaba hace 10 años. Que haya restauradores de trenes nos hace sentir acompañados. Que los pibes de las zorras limpien vías, nos hacen sentir acompañados. Creemos que, como lo aventuramos en nuestro Nº 1, (donde decíamos que no era un buen momento para los ferrocarriles pero intuíamos un auge de la actividad ferrófila), los ferroaficionados hemos crecido mucho. Los políticos ahora presentan trenes de papel barrilete pintados con crayones pero nosotros leemos las opiniones, la gente no se vende por una lágrima de emotividad, la cobra, no come vidrio, ya no cree en promesas, llora de emoción por su tren si se le antoja, pero luego exige el respeto que como ciudadano, votante y contribuyente se merece. Tal vez cueste creerlo, pero en diez años notamos una gran evolución en este aspecto. Tal vez en diez años más, los mercaderes de ilusiones se encuentren definitivamente acorralados y se imponga una manera más constructiva y equitativa de hacer política, donde las necesidades tangibles y contundentes de la gente se impongan de una vez a la mera discusión ideológica, a las conveniencias corporativas, a la puja de intereses sectoriales, al tráfico de influencias, a la medición de fuerzas de las mafias de todo nivel, donde decididamente los ferrocarriles tendrán una misión en la reconstrucción económica y social que cumplir. No hubo cambios materiales sorprendentes en estos diez años, ni saltos cualitativos, ni grandes reparaciones. Sí, tal vez, hay más conciencia del daño, y eso es un muy buen primer paso para que la historia no se repita. Nuestros trenes no murieron, y eso nos hace sentir acompañados. La mentalidad ferrocarrilera ha avanzado, y no lo hicimos nosotros, simplemente estuvimos ahí, siendo parte, sufriendo los malos influjos y aliviándonos con los buenos, creciendo con esa masa que hoy resulta indudable, palpita con los trenes, los recuerda con nostalgia y emoción, pero que como nunca, también los tiene presentes, y los quiere tener en el futuro. Muchísimas gracias a todos por no habernos dejado solos.
Sergio García - Daniel Cazenave.

La base fotográfica del isologotipo conmemorativo del décimo aniversario de la revista Todo Trenes, es de Pablo Salgado.

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