martes, 3 de marzo de 2009

Los trenes del Culo del Mundo

‘La próxima estación’ pide revertebrar la red ferroviaria argentina en detrimento del ‘tren bala’
El documental de ‘Pino Solanas’ de momento no tiene fecha de estreno prevista en España

El director argentino Fernando ‘Pino’ Solanas ve el cine como un arma de resistencia política. Así, su última película, ‘La próxima estación’, entronca directamente con ‘Un tren para todos’, una de las iniciativas impulsadas por el Movimiento Proyecto Sur, del que es co-fundador. Dicha reivindicación asegura que con la mitad del dinero que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner desea invertir en el ‘tren bala’, podrían volverse a poner en funcionamiento y revivir las vías centrales de trenes de todo el país.
Fiel a su tradición cinematográfica, Solanas se ha parado a investigar el deterioro y vaciamiento de los ferrocarriles argentinos. Si en sus anteriores trabajos la urgencia era salir a la calle a captar los sucesos de la caída del gobierno de De la Rúa y la crisis económica y, desde allí, reflexionar sobre la identidad nacional, en la película que nos ocupa, su afán de denuncia es similar. Un problema particular como el del transporte público argentino pretende ser la piedra de toque para alcanzar un debate político más amplio acerca del valor patrimonial, la crisis actual, la ausencia de justicia y la irresponsabilidad política.
Fundamental para Solanas es la cuestión del sentido y valor de lo público. ¿Por qué el pueblo argentino no sale a defender lo que es suyo?, parece preguntar. Su documental denuncia con imágenes trenes de pasajeros desbordados, innumerables accidentes de tránsito y pueblos vacíos por completo. Los números, tristes, hablan por si mismos: 85.000 personas sin sus puestos de trabajo, 800 estaciones cerradas y cientos de pueblos del interior del país abandonados.
Para hallar los motivos del ‘ferricidio’, el realizador ataca desde dos ángulos: el histórico y el fiscal valiéndose de imágenes de archivo, entrevistas directas y registros urgentes. El recorrido histórico abarca desde 1857, cuando los primeros rieles se instalaban en la Argentina, hasta la actual crisis del transporte y ‘la patria subsidiada’, como llama el director a las políticas kirchneristas que siguieron con la tradición del ex presidente Menem, y que se basan en otorgar subsidios escandalosos a las empresas concesionarias. Según recoge la web Perfil.com “El sector del transporte está tan subsidiado que la mayoría de las líneas de ferrocarriles reciben el triple del valor del boleto, y algunas perciben hasta 26 veces más que lo que paga el pasajero”.
Por el camino, Solanas se detiene en el auge de los Ferrocarriles Argentinos de Perón para demostrar que los ferrocarriles argentinos, además de transportar a pasajeros y evitar históricas crisis en el transporte público, son una vía que recorre económica, social y políticamente a todo el país. En la mayoría de naciones, el transporte de carga se realiza en un 80% en ferrocarriles y un 20% en camiones. En Argentina, país del mundo del revés, los números se invierten.
Para desmontar la actual política estatal que justifica la privatización bajo la excusa de que ‘los trenes no dan ganancias’, Pino se pregunta: “Los trenes se privatizaron porque daban pérdidas, pero los servicios públicos ¿están para dar ganancias o para servir a la comunidad? ¿Acaso deben dar renta las escuelas o los hospitales públicos? Si los ferrocarriles perdían un millón de dólares por día, hoy cuestan 3 millones diarios pero sólo funciona el 20% de los trenes que teníamos antes…”.
Hay, no obstante, un lugar para la esperanza incluido en el propio film: Los habitantes del pueblo de Patricios, que antes eran más de 6.000 y ahora son a penas 600, representan en una obra teatral el deseo que el tren vuelva al pueblo. Reconstruyen la estación, se visten de época como ferroviarios y gritan incansablemente: “¡Que vuelva el tren!…”. El arte, en estos tiempos de crisis, quizás sea uno de los mejores modos de resistencia.(Fuente y foto: SOITU.es)

No hay comentarios:

Publicar un comentario