Fueron cinco horas de tensión, que causaron serios trastornos a los usuarios de la línea General Roca. Entre las 13.15 y las 18.30 de ayer, una protesta gremial, apoyada por un grupo de piqueteros, derivó en un corte de vías a la altura de la estación Avellaneda. El resultado: ningún tren podía salir ni llegar a Constitución, lo que produjo un desborde en el transporte público de colectivos y el enojo de los pasajeros, que, incluso, encendieron una fogata sobre uno de los accesos a la terminal, sobre la calle Hornos.
El motivo del bloqueo, según informó el delegado Diego Sierra a la agencia Télam, se debió al “pedido de reencuadramiento gremial” por parte de trabajadores que pertenecen a empresas tercerizadas y que cumplen trabajos de limpieza, desmalezamiento y seguridad para la línea General Roca.
“Los compañeros quieren ser encuadrados en el gremio ferroviario y formar parte del personal de planta, ya que las tareas están contempladas en el convenio”, dijo Sierra. Entre otros beneficios -explicó-, eso les permitiría “cobrar 1800 pesos, contra los $ 950 que perciben ahora”. Además, agregó el dirigente piquetero Oscar Cuperman, titular de la Coordinadora Unidad Barrial-MTR, “exigen la reincorporación de 200 trabajadores y la incorporación de un grupo de empleados que hoy están desocupados”.
Consultado por LA NACION, Eduardo Montenegro, vocero de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (Ugofe) -grupo que desde hace un año opera la línea ferroviaria-, dijo que se trata de un reclamo de tinte político. “Si bien es cierto que operamos con algunas empresas tercerizadas, nosotros no recibimos hasta el momento ningún reclamo. Además, los que cortaron las vías no eran trabajadores ni sindicalistas, sino piqueteros encapuchados y con palos.”
Alrededor de las 18, el corte fue levantado y las vías quedaron liberadas. “Llegamos a una negociación con la Secretaría de Transporte. Mañana [por hoy] nos recibirán y nos sentaremos a dialogar -dijo Cuperman a una emisora radial-. Es un problema que lleva más de cuatro meses”, aseguró.
En tanto, el vocero de la Ugofe confirmó a LA NACION que durante la tarde de ayer se tramitó una denuncia por delito de interrupción de servicio público en el Juzgado Federal N° 1 de Quilmes, a cargo del juez Luis Armela. “Realizamos la denuncia, pero finalmente el juzgado no intervino. La negociación fue con la Secretaría de Transporte”, corroboró Montenegro.
Otro día de caos
Todos los días, alrededor de 300.000 pasajeros utilizan los servicios de la línea General Roca, que une la estación Constitución con localidades de la zona sur del conurbano bonaerense, como Bosques (vía Quilmes o Temperley), Claypole, Alejandro Korn, La Plata y Cañuelas.
“La cifra de pasajeros que viajan en tren mensualmente es de alrededor de 10.800.000, y la mayoría utiliza la estación Constitución para entrar y salir de la Capital”, dijo Montenegro.
Lo sabe Julio Maschioni, uno de los usuarios afectados por el corte de ayer. “No tenía idea, recién me acabo de enterar -dijo minutos antes de que la medida se levantara-. Pero todos los días hay una historia diferente. Voy a La Plata vía Quilmes y no me queda otra que esperar a que esto se solucione.”
Cuando finalmente los servicios comenzaron a restablecerse, lo que fue informado por parlantes a las 18.30, los molinetes quedaron liberados y los pasajeros rebasaron los andenes. Liliana, una más entre miles de usuarios, miraba la cartelera electrónica en el hall de la terminal para confirmar la salida del tren que la llevaría a Berazategui. “Prefiero viajar en tren antes que en colectivo. No sé cómo voy a subir, pero no me importa. Necesito llegar a mi casa.”
Al cierre de esta edición, los servicios hacia todos los destinos tenían una demora promedio de entre 20 y 30 minutos. “Cuando suceden estos inconvenientes, la tarea de organización no es sencilla. Haremos todo lo posible por regularizar la situación cuanto antes”, dijo Montenegro. (Fuente y foto: La Nación)
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